domingo, 25 de octubre de 2015

Danza en la arena

Tan solo oigo mi respiración, se acelera. Solo él está en mi cabeza. Quiero verle. Mi mente me lo pide. Mi cuerpo me lo pide. Quiero bailar.

Los tambores y las trompetas anuncian su llegada. Le noto, él me nota. Le recibo de rodillas como rey que es, el rey de la dehesa. Me santiguo y me consagro a la Virgen de los ruedos.

Bailamos juntos, pegados, despacio... como si no hubiera ni ayer ni mañana. El tiempo se ha parado y estamos los dos solos en la arena. Un silencio chirriante inunda la plaza.

Seguimos danzando, esta vez al compás del pasodoble.

Pasión. Arte. Torería.

El pueblo de Madrid embravece, el tendido se tiñe de blanco. Y la gran puerta que lleva a la gloria se abre.

Borja Elejalde
2º Bachillerato


No hay comentarios:

Publicar un comentario