martes, 31 de octubre de 2017

Márchate

Hoy me veo aquí sentado escribiendo a algo ficticio. Me encuentro escribiéndote a ti. Estoy cansado de buscarte. Estoy harto de caer en tu trampa, de resbalar, tropezar, perder el rumbo... Solo quiero que dejes tu vaivén, que no te pares a vacilar ni un momento más. Que no te vuelvas a separar de la mano que te brindé, que no te vuelvas a reducir a cenizas mientras te disfruto.

Juro haberte visto en numerosos lugares. Te recuerdo en aquel juego infantil, en la sonrisa de aquella chica, en la loca noche de bebidas en la que te desvaneciste...

¿Y sabes? Te has reído tanto de mí, me has abandonado tantas veces... Quiero que cojas tu maleta de sonrisas y te marches, no te atrevas a volver jamás. Ahora soy amigo de la tristeza, de la soledad, de la amargura. Tú ya no eres más que algo inexistente para mí, da la vuelta y marcha por tu ahora solitario camino de felicidades rotas y sonrisas obligadas.

Alberto Díaz Moreno
Bachillerato


No hay comentarios:

Publicar un comentario