Ha acabado el curso y te enfrentas a lo mismo de todos los años.
Estás aterrado y para prepararte buscas inspiración en las grandes batallas de
la Antigüedad.
Imaginas ser uno de los trescientos espartanos que detuvieron el
avance de los persas en las Termópilas. Pero recuerdas que tu profesor de
Griego siempre ha intentado quitarle epicidad a esa batalla: “los espartanos
fueron mucho más que trescientos hombres y los persas ni la mitad de los que
salen en la película”.
Por ello, tu mente se va a otro lugar. Con tu gladius imaginas estar en la llanura de
Zama. Vas a presenciar un choque entre dos de los grandes generales de la Antigüedad.
Te ves allí, peleando, decidiendo el destino de Roma.
Pero algo falla. Envuelto en sudores fríos te das cuenta de que
no hay comparación. Por mucho que te prepares, no saldrás vivo de esta: tendrás
que recoger tu habitación mañana.
Raúl Aragoneses Centeno
Estudiante de
Bachillerato
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