La
muchacha bella con ojos claros,
verdes intensos y esperanzadores,
cabello castaño y liso, que surca
su moreno cuerpo y ligeros hombros.
Un mensaje intento que ella reciba,
que confiese afecto con servil tono,
mas yo no consigo dar en la clave
y el amor se me escapa de la mano.
El impulso de tenerla me atrae.
Tan fuerte es que no alcanzo a respirar.
No sabré cómo vivir esta vida,
sin verla reflejada en su belleza.
Sueños mágicos me inundan si triste
vago entre lo real y la ficción,
perdido entre su figura y facciones,
iguales a la más hermosa diosa.
Con palabras gratas se me dirige,
como si ángeles con liras cantando,
derriban la oscuridad con un soplo,
dejando el paso a la luz floreciente.
Fluye el tiempo y continúo rendido.
Las noches largas y efímeras cuentan
historias alegres donde aparece
regocijada y pura entre mis brazos.
Mi evangelio su melodiosa voz.
Mi dogma su sentir.
Mi refugio su angelical sonrisa.
Mi esperanza su amor.
verdes intensos y esperanzadores,
cabello castaño y liso, que surca
su moreno cuerpo y ligeros hombros.
Un mensaje intento que ella reciba,
que confiese afecto con servil tono,
mas yo no consigo dar en la clave
y el amor se me escapa de la mano.
El impulso de tenerla me atrae.
Tan fuerte es que no alcanzo a respirar.
No sabré cómo vivir esta vida,
sin verla reflejada en su belleza.
Sueños mágicos me inundan si triste
vago entre lo real y la ficción,
perdido entre su figura y facciones,
iguales a la más hermosa diosa.
Con palabras gratas se me dirige,
como si ángeles con liras cantando,
derriban la oscuridad con un soplo,
dejando el paso a la luz floreciente.
Fluye el tiempo y continúo rendido.
Las noches largas y efímeras cuentan
historias alegres donde aparece
regocijada y pura entre mis brazos.
Mi evangelio su melodiosa voz.
Mi dogma su sentir.
Mi refugio su angelical sonrisa.
Mi esperanza su amor.
Estudiante de
Bachillerato
José María Martínez Escandón
