miércoles, 23 de octubre de 2019

La conversación en la era de la comunicación


Tres niños hablan sentados en un banco. Comentan lo que está pasando delante de sus narices y cada uno aporta su punto de vista. Pero hay algo que no cuadra, algo que los niños hacen de manera involuntaria, con lo que pierden, sin quererlo, toda forma de conversación.

Su mirada no está puesta en las caras de las personas con las que se están relacionando, sino que está en otro lado. En un teléfono móvil. Cada uno tiene el suyo en la mano, y aunque no están continuamente mirándolo, saben de sobra lo que ocurre en sus pantallas en todo momento. Gesticulan con las manos para complementar los argumentos que salen de su boca, pero sin soltar el teléfono. Es un miembro más en su cuerpo. Y mientras charlan, uno de los teléfonos suena. De golpe se corta la conversación para prestar atención al aparato que ha emitido el sonido. Este controla sus cerebros con un sencillo sonido. Y lo más peligroso es que ni los niños ni nadie se da cuenta de todas estas cosas. Pero vuelvo en un minuto, tengo que contestar una llamada.

Pablo Táuler Ullívarri
Estudiante de Bachillerato


No hay comentarios:

Publicar un comentario